Agosto 26 del 2024.-(Por Iván Canul Ek).-Cuando termine de leer esta nota una persona en el mundo habrá fallecido de un infarto cerebral. Para ser más precisos, cada cuatro minutos ocurre una muerte por esta enfermedad.

“Es un grave problema de salud que hoy tiene en preocupación a médicos especialistas en urgencias, en terapia intensiva, en áreas críticas de todo el sector salud”, señala el doctor Daniel Sánchez Arreola, miembro de la Sociedad Mexicana de Medicina de Emergencia.

“El infarto cerebral es hoy, lamentablemente, la primera causa de incapacidad y la segunda causa de muerte en todo el mundol”, subraya el doctor.

Quizá algunos no están familiarizados con el término, pero sí habrán escuchado hablar de embolia o derrames, que hacen alusión a la misma enfermedad.

Un infarto cerebral, explica el especialista, ocurre cuando se obstruye la sangre en una de las arterias del cerebro.

“Pasa de manera repentina y, lamentablemente, le puede pasar a cualquier persona en la escuela, en el trabajo, en un lugar público… Es un grave problema”.

En entrevista con el doctor Sánchez señala que los infartos cerebrales tienen mucha relación con enfermedades crónicas como la diabetes, hipertensión arterial y problemas de colesterol y triglicéridos.

Un paciente con esas condiciones, señala, tiene de cuatro a seis veces más de probabilidades de sufrir un infarto cerebral en alguna etapa de su vida.

“Antes, decíamos que la edad era un factor de riesgo, pero hoy, con los cambios de estilo de vida, estamos viendo personas muy jóvenes, de 40 o 45 años, que llegan a las salas de urgencias”.

El doctor resalta que el principal enemigo es el tiempo, pues por cada minuto que pasa sin que una persona que sufre un infarto cerebral reciba tratamiento pierde casi dos millones de neuronas.

“Las secuelas que quedan, no poder hablar, no poder caminar… lamentablemente, dependen de qué tan rápido llegue una persona al hospital”.

Según datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición más del 50% de la población mexicana ya tiene, al menos, diabetes e hipertensión. “Para los siguientes 20 años, si no hacemos nada en este momento para cambiar el curso de estas enfermedades en 2030 más del 60% de la población tendrá el riesgo de cruzar las puertas de una sala de emergencias por un infarto cerebral”.

El doctor señala que la enfermedad representa un gasto económico alto, pues se calcula que una familia con un paciente con esa enfermedad puede llegar a pagar $900,000 al año.

Por ello, destaca, son importantes las campañas de prevención como la Estrategia CAMALEÓN.

¿Qué es la Estrategia CAMALEÓN?

“CAMALEÓN”, explica el doctor, es un acrónimo que representa los signos y síntomas más importantes del infarto cerebral: Ca (cara colgada, es decir, cuando la boca se va lado), Ma (mano pesada, disminuye la fuerza en una mano o pie), LE (lengua trabada, cuando se habla lento o como que se arrastran las palabras) y ÓN (llamado a la acción, es decir, llamar al número de emergencias 911 o llevar lo más pronto posible a la persona a un hospital). El doctor dice también que las personas que ya han sufrido un infarto cerebral en el pasado, tienen seis veces de posibilidades de regresar a un hospital.

“Por eso una persona que ya ha sufrido un infarto cerebral tiene que tomar medicamento de forma definitiva, como anticoagulantes para evitar que se vuelva a obstruir la sangre, y debemos de darle un seguimiento en los servicios de salud, mejorar los niveles de glucosa”.

El doctor dice que hay pocos datos sobre la incidencia de la enfermedad en el país, pero algunos estudios señalan 230 casos por cada 100,000 habitantes. “Estamos hablado de, aproximadamente, 150,000 a 200,000 casos de infartos cerebrales al año”.— IVÁN CANUL EK

Gastos exorbitantes

El doctor Sánchez Arreola señala que la enfermedad representa un gasto económico alto, pues se calcula que una familia con un paciente puede llegar a pagar $900,000 al año.

Medicación de por vida

“Por eso una persona que ya sufró un infarto cerebral tiene que tomar medicamento de forma definitiva, como anticoagulantes para evitar que se vuelva a obstruir la sangre, y debemos de darle un seguimiento en los servicios de salud, mejorar los niveles de glucosa”, aseguró.

Alarmantes cifras

El doctor dice que hay pocos datos sobre la incidencia de la enfermedad en el país, pero algunos estudios señalan que se “habla de, aproximadamente, 150,000 a 200,000 casos de infartos cerebrales al año”.