Julio 30 del 2024.-El neurólogo Eduardo San Esteban destaca que una detección temprana del alzhéimer permitiría incrementar la calidad de vida del paciente

“No solo hay que vivir más, sino que hay que tratar de vivir mejor”, expresa Eduardo San Esteban Sosa, neurólogo internista, quien al hablar de las enfermedades del deterioro cognitivo, como el alzhéimer, destaca que el manejo multidisciplinario facilita a pacientes y familiares la atención del padecimiento y que con una detección temprana el deterioro puede ser más lento.

El médico, decano del Centro Neurológico de la Clínica ABC de Ciudad de México, recuerda que varios padecimientos se relacionan con el deterioro cognitivo, antes llamado demencia, cuyas causas pueden ser genéticas, vasculares e infecciosas.

Entre los padecimientos del deterioro cognitivo está el alzhéimer, uno de los problemas más importantes.

El doctor San Esteban Sosa señala que la primera vez que se describió a un grupo de pacientes con esa enfermedad se determinó que habían perdido sus facultades intelectuales de manera progresiva y al estudiar su cerebro se encontraron características comunes.

Apunta que en las clasificaciones internacionales a ésta y otras enfermedades cognitivas ya no se les llama demencia, al que se le considera un término duro, sino que se les refiere como deterioro cognitivo. Este tipo de padecimientos pueden ser leves o severos.

El alzhéimer es una de las enfermedades más frecuentes, de progresión continua, en la que se pierden las funciones básicas del cerebro: las intelectuales, de lenguaje, las habilidades emocionales, físicas y conductuales.

Los trastornos conductuales son evidentes y al deteriorarse las funciones superiores las personas van perdiendo la capacidad de expresarse de manera adecuada en lo intelectual.

Cuando estas capacidades se pierden, las personas quedan incapacitadas.

El doctor San Esteban Sosa indica que el deterioro de la memoria es el síntoma más frecuente, sobre todo al principio de la enfermedad; hay una pérdida de la memoria reciente y cuando el mal avanza también afecta a la memoria remota.

El alzhéimer es un padecimiento frecuente. De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en México hay 350 mil personas con deterioro cognitivo y en el mundo ya hay decenas de millones con esa condición.

Detalla que uno de los factores que influyen en el incremento de casos es la expectativa de vida: ahora es mucho mayor en comparación con hace 100 años.

Un siglo atrás las personas vivían hasta los 50 o 60 años de edad; en la actualidad lo hacen hasta más de 80. Esto favorece que el organismo se deteriore, pues no está genéticamente diseñado para vivir tantos años.

De ahí que el factor principal de riesgo para padecer el mal de Alzheimer sea la edad: a más años, más probabilidades de deterioro.

El doctor San Esteban Sosa añade que la pirámide de edad muestra claramente cómo ha crecido la cifra de población adulta y adulta mayor: hace 30 años había 20 adultos por cada 100 niños, en 2020 la cifra fue de 50 adultos por cada 100 niños.

Asimismo, la población adulta seguirá incrementándose y con ello aumentará el número de personas con deterioro cognitivo. No obstante, afirma que no solo se trata de vivir más sino de vivir mejor. El deterioro cognitivo incapacita para la mayor parte de las funciones, por lo que las personas necesitarán ayuda. Aunque no hay un tratamiento definitivo para el alzhéimer el experto manifiesta que se requiere de un manejo multidisciplinario para facilitar las cosas a los pacientes y la familia, y sobre todo ayudar a que el deterioro sea más lento, menos agresivo. Recuerda que al alzhéimer no hay manera de detenerlo ni revertirlo, pero con un diagnóstico y manejo por especialistas con experiencia y la identificación de la enfermedad lo más tempranamente posible hay más oportunidades de ayudar al paciente. En una condición como ésta, el objetivo no es curar sino mejorar la calidad de vida de la persona. Afirma que ante el incremento de la expectativa de vida y de los padecimientos del deterioro cognitivo hay que estar preparados, pues se requerirán más centros de atención para estos paciente, no solo en número sino también en calidad.— (IRIS CEBALLOS ALVARADO).